Se entiende por delincuencia como el acto de
cometer un delito, contemplado en un determinado código penal. Por lo tanto, se
denomina delincuencia juvenil a los actos delictivos cometidos por jóvenes, o a
conductas de éstos que la sociedad rechaza ya que violan las normas vigentes. Ahora
bien, algunos historiadores dominicanos marcan el origen de la delincuencia en
la República Dominicana entre 1994-1996, período de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer y el inicio de gobierno
del Dr. Leonel Fernández Reyna. A partir de esta fecha la sociedad dominicana
se vio sumergida en una ola de delincuencia que en la actualidad todavía
seguimos viendo.
De tal modo, este acto delictivo tiene
múltiples formas de manifestación; así como la variedad de las causas que lo
originan. En nuestro país se caracteriza porque es un fenómeno multifactorial, o sea, que tiene múltiples factores que
lo originan, causan, motivan e impulsan. Según estadísticas reveladas por el periódico Diario Libre, para el 2012 un total de
28,473 ciudadanos colocaron querellas en fiscalías barriales y en destacamentos
policiales denunciando que fueron víctimas de la delincuencia de una u otra
forma.
La falta de comunicación efectiva entre los
padres e hijos es una de las causas fundamentales de la delincuencia juvenil en
la ciudad de Santo Domingo. La comunicación dentro de la familia es un elemento
fundamental para el buen desarrollo de los integrantes de la misma, entonces,
si no se mantiene una buena relación oral entre los familiares, especialmente
el lazo padre-hijo, no se estará formando una familia educada en valores.
Además, la falta de interés de los padres en intentar brindar una mejor
educación a sus hijos es notoria. En la actualidad, sabemos de muchos hogares
en que los padres abandonan a sus hijos,
porque entienden que éstos son obstáculos para ellos vivir su vida
plenamente.
De la misma manera, la falta de una política educativa por parte
del Estado dirigida a educar y a orientar a los jóvenes hacia un camino
correcto es evidente, debido a que la educación
en nuestro país es de muy baja calidad y el sistema educativo no les
proporciona a los estudiantes algunos elementos claves que deben de estar
presente en el proceso de enseñanza. Lo que es un
claro indicio de que el Estado dominicano no tiene como prioridad a los
jóvenes.
Asimismo, la falta de una política de empleo y oportunidades para los
jóvenes por parte del Estado es indudable. En la actualidad, muchos jóvenes dominicanos están desempleados y sin
oportunidades de ser entes productivos para la sociedad. De igual modo, el
Estado dominicano no tiene un sistema de empleo y oportunidades equitativo, es
decir, no hay igual número de oportunidades para cada persona.
Cabe señalar que la crisis económica y
pobreza que sufren un sinnúmero de familias dominicanas es una de las causas
más importantes de la delincuencia juvenil. Muchos de los hogares dominicanos
no cuentan con los recursos económicos suficientes para poder sobrevivir y
además no tienen la forma de conseguirlos ya que están desempleados, lo que
está provocando que éstos se vean tentados a cometer actos delictivos.
También, la transmisión de antivalores por parte de
los medios de comunicación es incuestionable. Los
medios de comunicación tienen una gran incidencia dentro de la educación de los
jóvenes, lo que está provocando que muchos de éstos se dejen influenciar
por lo que están observando a diario; tales como: Programas con contenido
violento, prensa sensacionalista, entre otros.
En cambio, una de las principales
consecuencias de la delincuencia juvenil es que provoca inseguridad en las
calles y barrios de la ciudad de Santo Domingo. Sus ciudadanos viven con
aprensión, por lo que esto reduce las actividades sociales en la ciudad.
Actualmente las muertes de jóvenes por estar involucrados en riñas
callejeras son cada vez más alarmantes. Hay que decir que en estas riñas se
utilizan armas de todo tipo lo que es un claro presagio de que la delincuencia
juvenil está ocasionando fuertes complicaciones.
De igual modo, las muertes de personas atacadas por los delincuentes
y los fuertes daños mentales que esto
ocasiona a sus respectivas familias es una de las consecuencias más evidentes
de la delincuencia juvenil. En la actualidad, se ha vuelto común en los
principales periódicos de circulación nacional noticias referentes a la muerte
de personas que fueron víctimas de actos delictivos cometido por jóvenes. Asimismo, las
muertes de personas no se limitan a la pérdida de vidas, sino también que dejan
profundas secuelas en la mente de sus familiares.
Además, la delincuencia juvenil produce diversos fenómenos o situaciones que perjudican a los ciudadanos
de Santo Domingo. Esto se debe a que la
mayoría de estos jóvenes que son delincuentes no tienen una educación en
valores y son capaces de hacer cualquier cosa con el fin de conseguir su
objetivo. Ejemplo: Asesinatos, violaciones, deserción escolar, entre otros.
Igualmente, este acto delictivo cometido por jóvenes da a
la ciudad de Santo Domingo y, sobretodo, a nuestro país una imagen de ser una
nación insegura y sin respeto a los derechos humanos de los demás. Actualmente,
la República Dominicana es un país reconocido internacionalmente por ser una
nación que posee altos índices de delincuencia, lo que a su vez provoca el
deterioro de los derechos humanos de los demás.
En conclusión, la delincuencia juvenil es un fenómeno grave
que nos viene afectando desde hace muchos años, debido a situaciones graves que
están ocurriendo en muchas de las familias dominicanas, como vimos
anteriormente la poca comunicación entre padres e hijos, la falta de
preocupación de los padres en brindarles una mejor educación a sus hijos, lo
que está provocando que aumente la cantidad de muertes tanto de delincuentes
como sus víctimas, daños mentales de sus familiares, la inseguridad en las
calles, entre otras cosas. Hay que tomar consciencia de ésta e intentar de
encontrar soluciones que ayuden a la disminución de la misma.